martes, 4 de septiembre de 2012

Points of view~

Me despierto cada mañana y pienso, ¿hoy qué, otro día igual de monótono? Sí, seguramente sea así, como siempre, pero también... ¿quién sabe?, empezar un día es como empezar una nueva vida, puede ser igual que la del día anterior pero también puede ser completamente diferente. Cualquier llamada, cualquier mensaje, cualquier mínimo detalle puede cambiar mucho. Puede que te conectes, tengas nuevas peticiones de amistad, unas las aceptes, otras no y este mínimo detalle de darle a un siempre botón en una red social puede hacer que tu vida siga igual o que cambie por completo. Puede que no nos demos cuenta, pero esto es así, eso si, hagas lo que hagas nunca sabrás lo que hubiese pasado si hubieses elegido la otra opción. Pero eso es vivir, tomar decisiones y que aunque quien la tome seas tú, no vas a ser el único que acarré con las consecuencias, sean buenas o malas. Por supuesto hay decisiones que se toman y se llevan a cabo y listo, pero hay otras que no, que requieren un esfuerzo, como por ejemplo el olvido. 
La decisión de olvidar de olvidar puede ser fácil o no; si apenas tenias aprecio a aquello que quieres que quede atrás, lo vas a conseguir rápidamente, pero, como lo quieras más que a nada y aun que el motivo que te haya llevado a tomar esa decisión te haya hecho mucho daño, te costará. 
Llegué a la conclusión de que el olvido es como una herida, el daño se hizo en un principio, todo estaba en carne viva, pero intentas superarlo y vas creando esa costra que va cubriendo el dolor, pero un día, empiezas a recordar, a toquetear ese escudo que tú mismo habías creado y te harás más daño a ti mismo destruyéndolo, quitandolo y volviendo a estar como al principio, en carne viva. Pero al final te darás cuenta de el error que ha cometido, que no mereció la pena volver atrás y serás fuerte y volverás a crearte esa capa que oculta el dolor hasta que notas que todo pasó y que ya no hay nada, un simple recuerdo, una simple marca, que sí, que está y trae recuerdos, pero ya sin hacer daño. 
Y bueno, ya veis, de haber empezado hablando de lo que pienso cada mañana he terminado comparando el olvido con una herida. Y todo esto justifica lo que antes dije: un mínimo detalle puede cambiar algo por completo.